Zinc: ¿para qué sirve y cuáles son sus beneficios?

Todos tenemos conocimiento que los minerales son sustancias esenciales para que los diferentes procesos fisiológicos del organismo funcionen de la manera correcta. Entre ellos, uno de los más relevantes debido a sus beneficios, es el zinc.
Además del zinc que incorporamos de manera natural, como a través de la alimentación, actualmente existen diversos suplementos dietarios adecuados para incorporar este mineral de forma segura. Pero primero, veamos qué es el zinc y las razones de por qué están importante.
¿Qué es el zinc y por qué es tan importante?
El zinc es un mineral sumamente relevante ya que interviene para que numerosos procesos del organismo se lleven a cabo de forma correcta.
Al estar presente en la piel, hígado, riñones, músculos y huesos, se convierte en el segundo oligoelemento con más presencia en el cuerpo, detrás del hierro.
Su importancia radica ya que contribuye a:
- el normal funcionamiento del sistema inmunitario,
- aumentar la fertilidad,
- la producción de hormonas como la testosterona y progesterona,
- la protección celular frente a la oxidación,
- conservar la vista sana,
- al correcto funcionamiento del metabolismo y
- estimular el crecimiento del pelo y uñas.
¿Qué puede provocar la deficiencia de zinc?
Entre los principales síntomas que provocan la deficiencia de zinc se encuentran:
- sistema inmune debilitado,
- aparición de diversos problemas de la piel tales como acné, heridas mal cicatrizadas, eczemas, entre otros,
- pérdida del cabello,
- diversas alteraciones en el gusto y el olfato,
- fatiga,
- retraso en el crecimiento de los niños,
- dificultad para concentrarse.
¿Cuántos tipos de zinc hay y cuál se considera el mejor?
Zinc natural
Primero que nada, debemos considerar como opción al zinc natural. Este es de origen vegetal y se extrae de un alga marina.
Este zinc tiene el beneficio de ser muy asimilable por el organismo. Como contra, su costo es elevado y no es un producto que se encuentre fácilmente en el mercado.
Zinc quelado
El zinc quelado responde a la forma sintética de este mineral, ya que son producidos a través de un proceso químico.
Zinc y ácidos orgánicos
Cuando este mineral entra en combinación con ácidos orgánicos se obtienen como resultado sales orgánicas tales como citrato, gluconato y picolinato.
El citrato de zinc es el comúnmente se encuentra en una fruta como el limón. En suplementos dietarios es muy efectivo para organismos que tienen signos de elevada acidez.
Por su parte, el gluconato al ser una molécula considerada muy estable, se asimila fácilmente. En su presentación de cápsulas, suelen estar indicados para personas que tengan altos niveles de azúcar en sangre. También podemos encontrarlo como ungüentos, que se utilizan para tratar diversos problemas cutáneos.
Por último, el picolinato de zinc, como posee gran efecto antioxidante, está indicado para tratar diversos problemas de la piel.
Zinc y aminoácidos
El zinc junto a los aminoácidos da como resultado una molécula denominada bisglicinato.
Esta presentación es la que es mejor asimilada por el cuerpo humano. Se indica para tratar y/o compensar distintos tipos de déficit del organismo. Además, a menudo se asocia con la vitamina B6, que juntos logran reforzar las funciones inmunitarias y nerviosas.
Mejores presentaciones de zinc según cada necesidad
La mejor presentación de zinc será la que mejor se adapte a la necesidad o necesidades que queramos tratar o mejorar.
¿Cuáles son los criterios para elegirlo?
Primeramente, el zinc que elijamos debe ser fácilmente asimilable y mejor aún si se combina con otros elementos que lo refuercen.
Este mineral, en tanto suplemento dietético, se encuentra disponible en el mercado en cápsulas, ampollas, tabletas, cremas, líquidos y sales efervescentes.
Con respecto a las presentaciones, las sales efervescentes y las formas líquidas son las más adecuadas para aquellas personas con algún tipo de dificultad para tragar. Sin embargo, es de considerar que estas presentaciones pueden tener sabores fuertes o poco agradables al gusto.
Por su parte, los comprimidos y cápsulas suelen ser más fáciles de asimilar por el organismo. De la misma manera, no tienen gusto alguno, pero es importante considerar que no tengan ningún aditivo extra, por lo que es importante siempre recurrir a marcas de confianza, que cuenten con el principio 100% activo.
Con lo que respecta a la biodisponibilidad del zinc, esta puede variar según la presentación en la que la adquiramos, la molécula con la que se asocie y la forma. En muchas ocasiones, se suele combinar con distintas vitaminas para incrementar su eficacia, por ejemplo, con vitamina B6 se combina para asimilarlo mejor y con vitamina C para reforzar el sistema inmunológico.
Sin dudas, es clave considerar que la primera y principal fuente de zinc se obtiene llevando adelante una alimentación saludable y balanceada. Sin embargo, más allá de que tengamos una dieta sana, esto puede no ser suficiente para cubrir nuestras necesidades de zinc, por lo que allí será momento de acudir a un especialista de salud para que nos recomiende qué tipo y qué presentación de este mineral será la más adecuada para tratar diversas falencias o reforzar las áreas más vulnerables de nuestro organismo.
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